TE INVITAMOS A REALIZAR ESTA ENTRETENIDA ACTIVIDAD
La Madre Tierra claramente nos pide que actuemos. Los océanos se llenan de plásticos y se vuelven más ácidos. El calor extremo, los incendios forestales y las inundaciones, así como una temporada de huracanes en el Atlántico que ha batido récords, han afectado a millones de personas. Ahora nos enfrentamos al COVID -19, una pandemia sanitaria mundial con una fuerte relación con la salud de nuestro ecosistema.
El cambio climático, los cambios provocados por el hombre en la naturaleza, así como los crímenes que perturban la biodiversidad, como la deforestación, el cambio de uso del suelo, la producción agrícola y ganadera intensiva o el creciente comercio ilegal de vida silvestre, pueden aumentar el contacto y la transmisión de enfermedades infecciosas de animales a humanos (enfermedades zoonóticas).
De acuerdo con el PNUMA (Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente), una nueva enfermedad infecciosa emerge en los humanos cada 4 meses. De estas enfermedades, el 75% provienen de animales. Esto muestra las estrechas relaciones entre la salud humana, animal y ambiental.
Los ecosistemas sustentan todas las formas de vida de la Tierra. De la salud de nuestros ecosistemas depende directamente la salud de nuestro planeta y sus habitantes. Restaurar nuestros ecosistemas dañados ayudará a acabar con la pobreza, a combatir el cambio climático y prevenir una extinción masiva. El Decenio de las Naciones Unidas para la Restauración de los Ecosistemas, que se lanzará oficialmente el Día Mundial del Medio Ambiente (5 de junio), nos ayudará a prevenir, detener e invertir la degradación de los ecosistemas en todos los continentes y en todos los océanos. Pero sólo lo conseguiremos si todo el mundo pone de su parte.
Recordemos hoy más que nunca en este Día Internacional de la Madre Tierra que necesitamos un cambio hacia una economía más sostenible que funcione tanto para las personas como para el planeta. Promovamos la armonía con la naturaleza y la Tierra. ¡Únete al movimiento mundial para restaurar la madre Tierra
Esta celebración nace de una iniciativa de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que en el año 2002 mediante resolución, solicitó a sus Estados miembros a conmemorar un “día mundial de la actividad física, también conocido como “Move for Health”, con el objetivo de promover el movimiento físico para conseguir buena salud y bienestar.
Igualmente, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) estableció también el 6 de abril como el Día Internacional del Deporte para el Desarrollo y la Paz, fecha en la que se reconoce el potencial del deporte en la creación de un entorno de tolerancia y comprensión, que ayude a promover la paz y el desarrollo, facilitando así el logro de grandes metas como los Objetivos de Desarrollo del Milenio.
Muchos pensamos que una actividad física es necesariamente el desarrollo de una actividad deportiva de moderada o elevada intensidad, pero esto no es cierto. Una actividad física es cualquier movimiento corporal que genere actividad en los músculos esqueléticos y conlleve a un consumo de energía. Su intensidad dependerá de cada persona.
La OMS recomienda realizar una actividad física de al menos 30 minutos diarios en función del estado físico de cada uno. Caminar a paso ligero, bailar, manejar en bicicleta, nadar, correr, pasear al perro son algunos ejemplos que están al alcance de todos.
La Semana Santa es el periodo sagrado del cristianismo que se sucede desde el Domingo de Ramos hasta el Domingo de Resurrección, ambos incluidos, y se corresponde con el tiempo más intenso del año litúrgico. En ella se rememora la última semana de Cristo en la tierra y es el período de más viva actividad dentro de la Iglesia por ser la Semana en la que se hace un memorial de la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesucristo.
A lo largo de este periodo tienen lugar diversos momentos muy significativos para los fieles; así, durante el Domingo de Ramos se recuerda la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén, con el pueblo agitando ramos y palmas y recibiéndole como a un rey. Por eso los asistentes a la misa llevan ramos y palmas.
En el Jueves Santo Jesús celebró con sus discípulos la Última Cena e instituyó la Eucaristía, la transustancia del pan y el vino en el cuerpo y la sangre de Cristo. Es una despedida de sus seguidores, y un gesto de humildad para con ellos al inclinarse Jesús para lavarles los pies.
El Viernes Santo recuerda la Pasión de Cristo, cuando Jesús fue hecho prisionero, interrogado, golpeado, condenado a muerte, y crucificado tras la coronación de espinas.
En el Sábado Santo se recuerda especialmente a la Virgen María, por el sufrimiento tras la muerte de su hijo que está en la sepultura; es un día de espera y recogimiento. Durante la noche se realiza la vigilia pascual.
El Domingo de Resurrección es el día más feliz y más importante porque se celebra la resurrección de Jesucristo. La palabra Pascua significa paso, y en este día se celebra el paso de la muerte a la vida, vida que Jesús entrega a sus fieles abriéndoles las puertas del cielo.